Lo hemos oído mil veces: escuchar es un arma secreta de comunicación, es la habilidad más importante que puedes aplicar en el manejo de la oratoria y la retórica. Y estoy de acuerdo. Escuchar es un arte que abre al conocimiento, a las conexiones y a las relaciones. Precisamente es lo que se busca a la hora de sostener una conversación.
Podemos llamarlo compromiso o impacto social, pero en realidad se trata de conectar con los seres humanos lo que busca la oratoria. Pero si escuchar es un arte, ese arte hay que dominarlo. No todos nacemos con una excelente capacidad de escucha, pero practicando aprendemos a mejorar nuestra oratoria y nuestra capacidad de hablar en público. Y no nos dé un sermón sobre el hecho de que el rápido cambio tecnológico hace que estemos menos acostumbrados a escuchar ahora que hace años.
En un artículo de la Universidad Estatal de Norfolk sobre los estudiantes, la tecnología, las profesiones relacionadas con la atención y la capacidad de escuchar: Se dice que en el siglo XXI, la capacidad de escucha parece haberse visto comprometida en las aulas por la aparición visual de las distracciones de los dispositivos electrónicos. Así que, desde eltrampolin.es te daremos una serie de consejos para que mejores el escuchar y con ello, tu oratoria.
¿Qué se aprende cuando se domina el arte de escuchar?
Escuchar es un arte, el tipo de arte que devuelve. Así que, para aquellos que compartan un mensaje significativo, tengan en cuenta que cuando se domina el arte de escuchar, se desarrolla la capacidad de:
- Escuchar los comentarios
- Escuchar lo que necesita tu público
- Escuchar a tus mentores
- Escuchar a tus socios comerciales
- Escuchar a tus seguidores
- Escucharte a ti mismo
¿Qué pasa sino dominas el arte de escuchar?
Ser capaz de escuchar significa ser capaz de conectar a un nivel más profundo con otros seres humanos. Pueden ser personas a las que quieres convencer, inspirar, aprender o vender.
Si no escuchas lo que tienen que decir ni asimilas de las experiencias ajenas, ni conectas con los demás y mucho menos eres capaz de vender.
Consejos para mejorar tu oratoria a base de escuchar
Si quieres dominar el arte de escuchar y aprender a mejorar el debate y la oratoria no basta con dejar de hablar. Escuchar tiene que ver con las expresiones faciales, el lenguaje corporal, tiene que ver con lo que no se dice con palabras.
A pesar de ser más propenso a escuchar que a hablar, he tenido que mejorar mis habilidades de oratoria a lo largo de mi carrera. Hoy comparto algunos de esos conocimientos en una lista de 11 formas de dominar el arte de escuchar:
1- Haz preguntas de seguimiento
Siempre que hagas una pregunta a alguien, pide más de verdad. Es raro que una persona diga todo lo que tiene que decir en una sola conversación. Profundiza y verás cómo mejora tu retórica y tu oratoria.
2- Haz una pausa y espera la respuesta
Suena obvio, pero ¿sabes cuántas veces esperamos la respuesta de otras personas? Piensa en lo superficial que se ha vuelto el intercambio que sigue a la pregunta «¿Cómo estás?».
3- Fíjate en las reacciones físicas
Escuchar no es sólo oír las palabras que salen de alguien, sino que se trata de escuchar activamente. Para escuchar activamente hay que tomar en cuenta los gestos de la persona que está comunicando una idea.
4- Escuchar entre líneas
Uno de los libros más influyentes que he leído y que más me ha ayudado con mi oratoria es Becoming, de Michelle Obama. Las primeras páginas hablan de su familia y de su educación en Chicago, y me estaba frustrando por todos los detalles que daba hasta que comprendí que los daba para hablar de la segregación, la discriminación y el racismo en Estados Unidos.
Nunca lo explica con detalle, pero puedes «escuchar» esos temas entre líneas.
5- Habla con un niño
Los niños son testarudos, sobre todo cuando hacen preguntas. Y se dan cuenta de si les das una respuesta superficial. Por eso, cuando hables con ellos, tienes que escuchar de verdad. Es un gran ejercicio practicar la oratoria escuchando a los niños.
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6- Pasar un tiempo en silencio
A veces tenemos que acostumbrarnos a no oír el sonido de nuestra voz y a escuchar. Pasar un tiempo en completo silencio te ayuda a hacerlo.
7- Concéntrate en los demás
Cuando estás escuchando, escuchando de verdad, tu atención no debe centrarse en responder sino en escuchar lo que los demás tienen que decir. Si te centras en darles espacio, es menos probable que pienses en que quieres responder.
8- Escúchate a ti mismo
Debes escucharte a ti antes que a nadie. Debes practicar la escucha de tu propia voz, estudiando tu lenguaje corporal, analizando tu reacción y escuchando tu cuerpo.
9- Haz preguntas de las que quieras escuchar la respuesta
Admitámoslo, es mucho más fácil escuchar si te interesan las respuestas. Así que construye el entorno adecuado haciendo preguntas cuya respuesta quieras escuchar de verdad.
10- Sé realmente curioso
En este sentido, siente verdadera curiosidad cuando hagas una pregunta o escuches a alguien. Estos ejercicios no consisten en dejar que un ególatra hable de sí mismo. Se trata de acostumbrarse a escuchar para conectar. Por tanto, sé auténtico en tu conversación.
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11- Ponte en la condición de escuchar
No siempre somos propensos a escuchar, y eso está bien. Escúchate primero a ti mismo y ponte en condiciones de escuchar antes de dar espacio a los demás. Personalmente, lo hago pasando un rato con algo de música antes de la charla o dejando lo que esté haciendo y mirando a la persona directamente a los ojos.
No voy a mentir, requiere práctica y energía. Pero es gratificante. Inténtalo y cuéntame cómo te va.