En el mundo de los negocios, las palabras «grupo» y «equipo» parecen intercambiables, pero sin duda existen diferencias sutiles e importantes. Reconocer las diferencias entre grupo y equipo de trabajo desde el principio ayudará a los propietarios y gerentes de negocios a lograr sus objetivos organizacionales con el personal disponible.

En eltrampolin.es sabemos que cuando se trabaja de la mano con otras personas, las dinámicas que se establecen entre los trabajadores marcan la diferencia. Aunque le dediquemos el mismo tiempo, los mismos medios materiales y una plantilla con un nivel de formación suficiente, el hecho de que trabajemos de una forma u otra marca la diferencia.

A continuación veremos cuáles son las diferencias principales entre grupo y equipo de trabajo ya que es este tipo de implicación y coordinación lo que hace que, con los mismos gastos, la productividad de las empresas y organizaciones sea llevada a su máximo potencial, o no.

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¿Qué es un grupo?

Un grupo en el lugar de trabajo suele estar formado por tres o más personas que se reconocen como una unidad o departamento distinto, pero que en realidad trabajan de forma independiente.

Por ejemplo, una pequeña empresa puede tener un grupo de servicios al cliente, pero una persona puede enfocarse en los clientes locales, otra persona puede enfocarse en los clientes regionales y una tercera persona puede ayudar a esos individuos. Además, los grupos tienden a ser elementos permanentes con metas o responsabilidades constantes.

Diferencias entre grupo y equipo de trabajo

¿Qué es un equipo?

Un equipo consta de tres o más personas que pueden provenir de diferentes departamentos dentro de una empresa, pero que colaboran en el mismo propósito, objetivo o proyecto.

Por ejemplo, antes de que tu empresa cree un nuevo producto, puedes organizar un equipo compuesto por personas de todos los departamentos (ingeniería, finanzas, legal, marketing, etc.) para pensar en tu nuevo producto potencial y evitar sorpresas costosas en el futuro.

Con un equipo, las personas reconocen la experiencia y los talentos de los demás necesarios para lograr la meta del equipo. Además, los equipos a menudo se forman para asignaciones temporales con un objetivo, enfoque o resultado específico en mente.

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En cuanto al mundo del trabajo y la psicología organizacional, las definiciones utilizadas acerca de qué grupos y grupos son diferentes. Y no son solo teóricos, sino que como veremos se refieren a dos tipos de fenómenos que producen resultados muy diferentes.

1. Visión individualista y visión colectivista

Los grupos son básicamente grupos de personas que comparten un espacio y un lugar, y que muestran un cierto grado de tolerancia entre ellos, lo que lo convierte en algo estable.

En el contexto de las empresas y organizaciones, un grupo es también un elemento funcional de un sistema de personas que produce algo, ya sea con fines comerciales o no. Sin embargo, cumplir una función útil no significa que el grupo tenga un objetivo compartido. En cambio, cada persona tiene su propio objetivo.

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En otras palabras, este tipo de asociación se rige por el individualismo: Las personas se ponen de acuerdo para lograr un objetivo que ya se habían fijado a priori individualmente.

El equipo, en cambio, se mueve por el colectivismo, la noción de que hay experiencias que solo se pueden vivir uniéndose y conectando con otros. Y que ciertos objetivos son fundamentalmente de carácter colectivo.

Por ejemplo, proteger el medio ambiente no es una meta que se pueda lograr de manera objetiva y al mismo tiempo una tarea creativa en la que tienen que trabajar diferentes artistas.

2. Espíritu proactivo o pasivo

Los equipos se adaptan a las contingencias en tiempo real, ya que todas las personas que los componen acuden a uno. Si surge una necesidad diferente a las que están definiendo el trabajo, por ejemplo, no es necesario convencer a otros para que se adapten a esta nueva circunstancia; en cualquier caso, las nuevas propuestas se informan y buscan de forma conjunta.

En los grupos, por el contrario, la mentalidad conduce a una actitud definida por la pasividad. Por eso, por ejemplo, si aparecen cambios inesperados, renegociar con las personas que lo forman, ya que pueden quedarse con la idea de no tener que hacer nada más de lo que hacían antes.

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3. Agilidad de comunicación o verticalidad

En los grupos, los flujos de comunicación tienden a ser verticales, ya que se limitan a las relaciones jerárquicas especificadas en el organigrama; simplemente no es obligatorio establecer otras vías por las que circula la información.

En los equipos, en cambio, la comunicación también fluye de manera muy informal, aunque tales vías de comunicación no aparecen en el organigrama.

4. Flexibilidad y rigidez

En los equipos, la prioridad número uno es lograr que el grupo se adapte a los cambios y consiga las metas planteadas colectivamente, y por tanto lo formal está supeditado al beneficio.

Si bien suena contradictorio, a menudo resulta mejor si saben cómo dejar de lado el rígido conjunto de reglas establecidas por escrito (sí, con el acuerdo de todas las partes involucradas).

En los grupos, en cambio, la rigidez de las normas se utiliza no por su utilidad; sino como excusa para no afrontar situaciones nuevas o tener que trabajar más durante la fase de adaptación a las situaciones cambiantes que se presentan.

En otras palabras, las reglas se asumen como un dogma; algo que se debe seguir para evitar complicaciones, aunque esto, paradójicamente, puede conducir a ciertos problemas causados ​​por la falta de adaptación al cambio que se vuelve crónico y genera inconvenientes totalmente evitables.

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5. Potencial antes que oportunidad o ceguera ante él

Los equipos son cada vez más capaces de detectar oportunidades ocultas, ya que la comunicación fluye y no penaliza la propuesta de ideas que “rompen moldes”.

En un grupo, en cambio, la simple idea de virar en la dirección de lo que se estaba haciendo provoca rechazo y es necesaria una buena excusa para algo tan simple como proponer nuevas estrategias o intereses grupales. No se evalúa la posibilidad ni, por supuesto, se emprenden nuevas misiones. En muchas ocasiones la persona a la que se le ocurrió la idea ni siquiera se la comunica a un colega.

Ahora que sabes las diferencias entre grupo y equipo de trabajo; te queremos recordar que en El Trampolín somos una empresa líder en comunicación en España, por lo cual podemos ayudarte a cumplir tus objetivos laborales, logrando que no solo cuentes con grupos de trabajo, sino con equipos.

Realizamos un acompañamiento en los procesos de cambio para que puedas conseguir tus metas, integrando coaching, programación neurolingüística e inteligencia emocional aplicada en el lugar de trabajo.

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