Cómo integrar al equipo para tener una organización más productiva
Cómo integrar al equipo para tener organizaciones más productivas
Como afecta la motivación del equipo a la marcha de la organización?
El mundo empresarial requiere cada vez más de equipos cohesionados que avancen en una misma dirección. Las exigencias de las organizaciones son el fruto de una evolución histórica que tiene como punto de partida la revolución industrial. Crecen de manera exponencial con la revolución digital.
Desde aquel momento, mucho hemos recorrido hasta el día de hoy, pero los objetivos de las empresas siguen siendo muy similares.
Ante esta situación y el avance del enfoque humanista, se hace indispensable el desarrollo de estrategias que armonicen estos dos aspectos. Después de todo…
Las organizaciones marchan al ritmo al que lo hace su personal y los equipos que la conforman.
Un equipo tiene rasgos distintivos que lo hace único. Hay historias que lo determinan, modos operativos, rasgos lingüísticos, creencias y modos de ver el mundo. Una vez que nos detenemos y adentramos sobre estos rasgos, tenemos un bosquejo básico de lo que es su cultura organizacional.
Ahora bien, ¿por qué es importante conocer este concepto? Porque nos servirá para conocer la personalidad de la organización. Las características de las personas y los equipos que deberían integrarla. Es frente a este planteamiento que aparece la primera cuestión, ¿es este equipo coherente con una cultura organizacional determinada?
Una primera idea sobre la cultura del equipo
A veces confundimos lo profundo con lo complejo. Un primer acercamiento a la cultura de una organización, pasa simplemente por sondear a la parte más antigua del equipo, porque son ellos quienes conocen los relatos fundadores, las creencias más arraigadas, los casos de éxito y también los de fracaso.
Teniendo esta información podemos hacernos una idea básica de los comportamientos generales de la organización y de un equipo determinado. Los absolutismos son poco eficaces para ampliar posibilidades, así que aclaramos que los datos recabados en esta parte del proceso no siempre aplican al resto de las personas. A veces, ni siquiera se corresponden con la cultura mencionada. Son solo un primer acercamiento donde pueden comenzar a aparecer contradicciones, y con ellas, las consecuentes desmotivaciones que no permiten tener equipos alineados con un objetivo en común.
La cohesión del equipo se traduce en una mayor productividad.
¿Cómo mantener motivado a un equipo?
Una vez que tenemos trazas del marco en el que cohabita un equipo, es fundamental entender su naturaleza humana. Y es que en ocasiones pensamos en personas que desempeñan una labor y olvidamos que su vida es amplia en otros aspectos, pareja, hijos, familia, economía, etc.
La motivación de un equipo no es algo que se pueda trabajar sobre terreno inestable. Es necesario reconocer cuáles son las situaciones que le inquietan. Aquí vamos siempre de lo particular a lo general, de la base a la punta. Por eso es necesario saber lo que le pasa a las personas, y para ello, lo ideal es indagar a través de encuestas (muchas de ellas anónimas) que sirvan para conocer la visión y el enfoque de cada integrante.
Por supuesto, una encuesta como mero formalismo pierde su sentido. Las acciones consecuentes deberían ser proactivas y brindar retroalimentación al equipo.
Personas más felices y atendidas, son personas que producen mejores resultados.
Es importante hacer un inciso sobre el apartado de los resultados. Esta variable no depende exclusivamente de la atención a las necesidades de satisfacción de las personas, sino que también a sus capacidades y habilidades para desempeñar su rol. Un equipo bien capacitado, podrá desempeñar mejor sus labores. Para motivar a los equipos conviene realizar actividades de team building periódicamente.
Otro aspecto a destacar es el planteamiento de «objetivos ecológicos”, esto es, aquellos que beneficien a las personas del equipo y a la organización.
Cada objetivo debe estar enmarcado dentro de condiciones de satisfacción y garantía claras. Con un plazo consensuado y establecido, de preferencia, en conjunto. Cuando la opinión de alguien es tomada en cuenta, su cerebro genera hormonas de la gratificación. Es un hecho antropológico: «nos gusta pertenecer a un clan», a un equipo. Entonces, mayor sentido de pertenencia equivale a mayor motivación.
Cuando se fijan metas con fechas límite, se genera un compromiso mucho más fuerte, lo cual hace que el equipo priorice sus actividades y se predisponga a la consecución de los objetivos. Además, se deben incluir estándares que permitan reconocer cuando el equipo alcance lo que planeó. ¿Cómo saber cuándo un edificio está terminado si antes no hemos aclarado cómo debe lucir cuando esté listo? ¿Qué pasaría si alguien o el equipo completo no logran su cometido con las condiciones planteadas? Todo ello debe ser descrito antes de cualquier proyecto.
La comunicación efectiva
El tema de describir los puntos clave nos da pie a otro aspecto relevante para tener equipos motivados: es la comunicación efectiva.
Aunque este sea un apartado muy extenso para incluirlo en este artículo, es necesario recalcar la importancia de usar modelos comunicativos flexibles, donde no se imponga solo el mandato de un líder.
En resumen, todo lo que ya mencionamos confluye en uno de los roles principales dentro de una organización, el líder. No navega un barco sin su capitán. Tampoco lo hace un equipo ni la organización sin un líder que se preocupe por el éxito y el bienestar de su gente. Este rol es de vital importancia y debe estar a cargo de una persona capacitada.
Beneficios de tener equipos cohexionados
En un equipo bien integrado los beneficios son múltiples. Los errores terminan convirtiéndose en retroalimentación que redunda en el desarrollo de sus integrantes.
Cada opinión cuenta y termina aportando soluciones a las diversas situaciones que se presenten en una organización. Las ideas se consiguen con menos embudos y circulan más libremente generando nuevas visiones. El respeto por la visión del mundo de cada integrante termina por convertirse en la norma.
En materia de resultados, es notoria la mejoría que se da en la utilización de recursos y materiales físicos de la organización y en materia de productividad. Una vez más, nos referimos al sentido de pertenencia para señalar cómo disminuyen casos de robo y degradación de la infraestructura por parte del personal . Cada empresa se encargará de hacer el balance inicial para tener estándares con los cuales comparar sus propios beneficios.
Un equipo integrado, en cualquiera de las líneas de la organización, funcionará como una argamasa resistente. Será capaz de afrontar y solventar los retos constantes que aparezcan.