LA IMPACIENCIA
Impaciencia: arma perjudicial para la toma de decisiones trascendentales
El ritmo de vida acelerado que llevamos actualmente, causa que podamos desarrollar impaciencia por cada actividad a realizar. La tecnología ha generado seres que aman la inmediatez y olvidan los pequeños detalles de lo cotidiano.
En medio de la inmediatez muchos perdéis la calma y la paciencia para lograr una buena resolución de conflictos. La salud emocional es lo primero que se ve afectada cuando la impaciencia nos absorbe. Este sentimiento está acompañado de ansiedad, frustración y rabia afectando la toma de decisiones.
Efectos de la impaciencia en la salud física
Según algunos estudios de la Asociación Médica Americana, aparte de afectar la salud emocional y mental, se somatiza en:
Hipertensión
Padecimiento más común en las personas que tienen impaciencia, especialmente los jóvenes y adultos contemporáneos. El estrés por ejecutar las tareas en el trabajo de una forma rápida y con buenos resultados genera hipertensión. Las situaciones de irritabilidad cotidiana hacen que aumenta la presión arterial.
Cada vez que os sintáis así, respirad profundo y exhalad. No intentéis una resolución de conflictos en ese estado, las mejores decisiones se toman con la cabeza fría.
Envejecimiento
Las personas con impaciencia afectan más la parte de los cromosomas DNA, responsables de la longevidad. Cuando andamos impacientes creamos las condiciones negativas en contra de la salud emocional y aceleramos nuestro envejecimiento.
Obesidad
La vida acelerada consume a este tipo de personas con impaciencia, ya que no pueden esperar por una comida sana. Los lugares de comida rápida se convierten en una predilección hasta el punto de ser constantes perjudicando su salud.
La impaciencia provoca en muchos individuos, la falta de interés por el ejercicio físico, ya que esperan resultados rápidos. El cúmulo de tareas se convierte en la excusa para no hacer actividades que relajen el cuerpo y la mente.
La impaciencia y el comportamiento
Al presentarse algún problema con los amigos, la resolución de conflictos entra en disyuntiva, se torna difícil por la impaciencia. La capacidad de comunicar y de contar con una escucha activa se vuelve casi nula estando en sociedad. Este tipo de individuos se desesperan cuando la otra persona está hablando, de hecho suelen demostrar gestos de fastidio. En una reunión observan constantemente la hora, miran para todos lados e interrumpen a cada rato.
Este comportamiento tendrá como consecuencia que muchos opten por alejarse del impaciente, perdiendo grandes amistades. La impaciencia logra que las personas que la padecen se queden solas y se vea afectada su salud emocional.
Para los investigadores de Universidad Cardiff, este tipo de personas son más propensas a tener altercados violentos. Para ellos, la mayoría de estos conflictos se producen en la noche y bajo el efecto del alcohol. Esto será otro factor que pondrá en riesgo su salud emocional hasta caer en depresión.
La impaciencia disminuye la productividad
Por lo general, este tipo de personas posponen las asignaciones o actividades más complejas para evitar estresarse. Otra de sus características que afecta la productividad es que les choca esperar por el cumplimiento de cada proceso. Suelen saltarse pasos en el área laboral que recaen en resultados negativos para la empresa.
Los reclutadores y los psicólogos laborales en la actualidad se fijan más en evaluar en qué rango de paciencia se encuentra una persona. Clasificar las tareas en orden de importancia y de urgencia será vital para realizar cada trámite. El respetar los tiempos de cada proceso hará la diferencia, las personas impacientes no pueden tener trabajos que requieran dedicación.
La impaciencia acelera la caída económica
Hay emprendedores que suelen soñar de una forma muy desesperada para convertirlo en realidad, hacen lo que sea para cumplirlo. Algunos se desesperan tanto que afectan su salud emocional y no llegan a una resolución de conflictos con sus socios. Comienzan a endeudarse sin medir el presupuesto con el que cuentan y sus posibilidades de pago de intereses.
Un impaciente con deuda es una mala combinación porque adquirirá más créditos o terminará por ir a la quiebra. La mayoría de este tipo de emprendedores a los 2 años de haber montado su negocio terminan tirando la toalla.
Convertirse en alguien paciente
Aunque no es tarea fácil ser paciente, es cuestión de desarrollar áreas especialmente en la resolución de conflictos, o habilidades sociales. En los momentos que vosotros estéis en una fila de tránsito o esperando que os atiendan, será necesario todo control. Se puede gerenciar la paciencia tomando en cuenta algunos puntos como:
- Aprenda a realizar ejercicios de relajación.
- Conozca la música que más os relaja y aquella que logra sentimientos de felicidad en vosotros.
- Vaciar la mente y mantener pensamientos positivos ayudará a tomar mejores decisiones para la resolución de conflictos.
- Trate de cumplir con los horarios holgadamente y salir a tiempo para sus reuniones, eso evitará la impaciencia y el estrés de ir contra reloj.
- Sea más organizado con su agencia, trate de no salirse de lo que ya tiene previsto.
- Mantenga su foco en aspectos positivos, no se concentre en expectativas, ya que le puede traer la ansiedad.
- Busque un coach que os ayudéis a afrontar sus miedos y frustraciones, con quien pueda platicar para sentirse mucho mejor. Cuando estamos tranquilos y soltamos toda carga podemos pensar con cabeza fría.
- Al estar involucrado en situaciones adversas, tomad el tiempo para analizar el asunto y buscad soluciones. Tener una actitud de autocompasión será perjudicial, vosotros debéis pensar por lo menos en 3 aspectos positivos.
Como vimos en este artículo la clave para ser pacientes es la tolerancia y mantener una actitud positiva. La paciencia es la mejor arma para alcanzar el éxito aunque sea paso a paso. La gestión de la inteligencia emocional es clave para evitar la ansiedad desarrollada por la impaciencia.
El genio del «conductismo«, Burrhus Frederic Skinner, estudia la teoría del condicionamiento del ser humano ante ciertas actitudes.