¿Por qué me da miedo hablar en público?, me gustaría tener más fluidez al momento de realizar una presentación. Eso es posible, debes comprender el origen de la ansiedad y aprender a controlar tus emociones para garantizar el éxito de tu presentación.
Para muchas personas, hablar en público es una pesadilla, hasta el punto de provocar un malestar físico en el cuerpo: piernas temblorosas, manos sudorosas, boca seca y ritmo cardíaco acelerado.
Existen técnicas para superar la timidez y desde eltrampolin.es, te las explicamos para que mejores tu capacidad de comunicarte con claridad, objetividad y asertividad, ya que te abrirá oportunidades, en la vida profesional como en la personal.
¿Por qué nos da vergüenza hablar en público?
El miedo o la vergüenza a hablar en público pueden tener diferentes orígenes. En primer lugar, es importante saber que la ansiedad y el miedo son emociones normales y esperables en este tipo de situaciones.
Cuando nos ponemos en una situación evidente, estamos sujetos a diferentes juicios. El miedo a las reacciones inesperadas hace que nuestro cerebro entienda que estamos ante una amenaza. Así que entra en estado de alerta, activando respuestas fisiológicas para hacer frente a un probable peligro.
Se trata de un mecanismo de supervivencia muy útil cuando nos encontramos en situaciones reales de peligro para la vida. Lo que no debe ocurrir cuando la «amenaza» en cuestión es un simple sermón.
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¿Hasta qué punto es normal la ansiedad antes de una presentación?
En general, la ansiedad se considera normal cuando no impide hacer lo que hay que hacer. Incluso las personas más tímidas pueden controlar sus emociones y avanzar: en general, tienen una ansiedad vital y sana que mueve pensamientos, ideas, ambientes, deseos y aspiraciones.
Pero cuando la ansiedad domina e impide a una persona continuar con una presentación, es el momento de buscar ayuda de un experto.
Me da vergüenza hablar en público: Aquí te mostramos cómo superar ese miedo
No te preocupes. Existen técnicas para superar la timidez y la vergüenza para hablar en público. Y lo mejor es que son fáciles de poner en práctica. Acá te dejamos con cinco de ellas:
Prepara un guión de antemano
La elaboración de un guión es siempre un importante aliado para aliviar el miedo a hablar en público. La mayoría de la gente piensa que comunicar es simplemente «dar información» a alguien o a un grupo de personas. Pero este proceso es mucho más complejo.
Prepara el guión de tu discurso con antelación. Esto ayuda a reducir la inseguridad, eliminando un foco determinante de ansiedad. Organiza el contenido definiendo los temas de apertura, desarrollo y conclusión para no perderte en el momento.
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Entrenamiento de articulación
Hablar bien también es cuestión de entrenamiento y ejercicio. Algunas personas tienen cierta dificultad para pronunciar correctamente las palabras y acaban reteniéndose. Pero no hay razón para avergonzarse. Cada fonador tiene sus propias características, solo hay que entrenarlo adecuadamente.
Esto puede hacerse con trabalenguas, que favorecen una articulación eficaz, incluso ante limitaciones como una lengua trabada. Harán que tu discurso sea más limpio y claro, con una expresión firme de las palabras.
Escucha tu voz
Acostúmbrate a grabar tu presentación y escucharte a ti mismo. Hablar bien no es solamente organizar el contenido en tu mente, también es cuidar tu tono de voz, que tiene gran influencia en la absorción de la información.
Si hablas demasiado rápido, puede dar la impresión de estar nervioso y no confiar en lo que dices. Un discurso tranquilo, pero firme, transmite fiabilidad y seguridad. Lo ideal es buscar una voz sin defectos ni atragantamientos, que imponga autoridad sin causar miedo y que merezca la admiración de los oyentes.
Para prepararte, haz el siguiente ejercicio:
- Consigue un espejo de cuerpo entero y una grabadora. Busca un lugar abierto donde puedas hablar a un volumen más alto.
- Graba esta presentación para escuchar tu propia voz e identificar las pausas en tu puntuación, marcando dónde tomar un respiro.
- Escucha el audio después, haciendo un ejercicio crítico sobre el material grabado. Presta mucha atención a tu tono de voz: analiza si es alto, débil, tembloroso o bajo.
- Pon en práctica las mejoras, inténtalo de nuevo y practica mucho.
Cuida tu postura durante la presentación
La postura de una persona durante una presentación dice mucho de ella y puede ser un factor determinante para ganarse el apoyo del público. Las espaldas curvadas dan la impresión de descuido, mientras que una postura erguida indica una persona segura, que sabe lo que quiere.
Tu confianza en ti mismo también estará directamente relacionada con la postura adoptada. Por lo tanto, durante la presentación, trata de seguir algunas técnicas para hablar en público:
- De pie o sentado, mantén la columna vertebral erguida.
- No metas las manos en los bolsillos, en la espalda o hagas movimientos por debajo de la línea de la cintura y por encima de la línea de la cabeza.
- Nunca cruces los brazos ni te apoyes en ninguna superficie.
- Evita cerrar las manos en puños.
- Mantén siempre una sonrisa en tu rostro.
- Muévete con ligereza. Nunca hagas movimientos bruscos ni cambies repentinamente el tono de tu voz.
- No levantes la cabeza ni la bajes al suelo. Mira directamente a la gente, con simpatía, no con altanería.
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Relájate y respira
Las técnicas de relajación antes de una presentación pueden aportar muchos beneficios. Antes de la presentación, intenta aislarte durante unos minutos y hacer una práctica muy sencilla: ¡Respira!
Mientras que la respiración corta y rápida alimenta la ansiedad, la respiración lenta y profunda genera cambios absolutamente significativos en el cuerpo humano, como:
- Reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
- Relajación muscular.
- Sensación de tranquilidad y reducción de la ansiedad.
- Oxigenación del cerebro para facilitar la conexión de ideas.
Por lo tanto, organízate para disponer de este tiempo y evita las prisas antes de hablar. Estira y prepara tu cuerpo para enfrentarte al público con una postura firme y relajada. Para prepararte, haz el siguiente ejercicio para eliminar la pena de hablar en público:
- Ponte en una posición cómoda.
- Inspira lentamente, llenando todo el pulmón de aire.
- Mantén el aire durante 2 o 3 segundos.
- Exhala lentamente.
Hazlo hasta que notes una disminución de los latidos del corazón y de la ansiedad, entrando en un estado totalmente relajado.
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Si después de leer estos consejos y ponerlos en práctica continuas con vergüenza para hablar en público, te aconsejamos tomar un curso de oratoria. Conoce los cursos presenciales u online que ofrecemos en El Trampolin y acaba con tu miedo de hablar en público, conviértete en el mejor orador.