EVITAR LAS OBJECIONES PARAQUE NO AFECTEN A TUS PROYECTOS
¿Cómo evitar las objeciones?
En este artículo te contamos qué técnicas puedes seguir para evitar las objeciones más frecuentes cuando decides emprender. Continuamente las personas se enfocan en el lado negativo de todas las cosas que realizas.
Hay que destacar que el peor enemigo que tienes eres tú mismo, al decir frases negativas sobre ti. Por ejemplo, cuando estás animado al comenzar un nuevo proyecto, pero dices que «no sabes» hacer alguna actividad. Entonces, automáticamente lo descartas o lo dejas de hacer.
Al pensar que “no puedes” te convences y detienes tu avance. Si quieres emprender, esta visión negativa sobre ti, te perjudicará radicalmente. Al no evitar las objeciones sobre ti mismos siempre estarás anclado en un único lugar.
Comparaciones que limitan tu accionar
Muchas veces cuando eras pequeño tus padres no tenían dinero para comprar un juguete. Esta situación no te permitía disfrutar aquello que tenías para distraerte y algunas veces te sentías frustrado. Más adelante al crecer, te convertiste en adulto y la situación es igual.
Como adulto te pusiste objeciones para alcanzar las metas porque no contabas con los recursos necesarios. En el transcurso de la cotidianidad pierdes oportunidades por decir que no lo puedes realizar por alguna circunstancia en específico.
Para evitar las objeciones tienes que replantear tu forma de pensar y de accionar. Cambiar el “no puedo” por “si puedo”, y diseña una estrategia con los recursos que tengas para lograrlo.
En ti está adaptarte a las condiciones y a la vez convertirlas en favorables para alcanzar ese objetivo que te propusiste.
Evitar las objeciones al eliminar algunas frases
Las frases más comunes y que repetimos constantemente son: «no puedo», «algún día» y «ya lo hice».
1.- Enfocarte en «no puedo»
Esta frase típica que tal vez repites constantemente, lo haces por varias razones:
No crees que lo puedes lograr, dudas de tus capacidades y eres inseguro por la falta de credibilidad en ti mismo. En la vida hay que asumir los riesgos como Steve Jobs, que no le temía al fracaso y en el camino fue aprendiendo a manejar su negocio.
Otras veces porque le temes al conocimiento y aprender cosas nuevas. Cuando dices que no lo puedes hacer porque no sabes vender, ese detalle lo engrandeces y te limitas. Sin embargo, con el uso de la tecnología tienes la información a la mano en cualquier momento que lo desees. Además, no importa la edad que tengas siempre puedes adquirir nuevos conocimientos.
2.- Pronunciar la típica frase de «algún día»
Con esta frase te refugias en otros aspectos y te olvidas del foco principal. Por ejemplo, tal vez estás en un trabajo que te paga mensualmente, pero tienes deseos de ser independiente. Comienzas a decir “algún día tendré mi propio negocio, mientras tanto sigo aprendiendo». Por ende, no haces nada para ejecutar tu proyecto.
Si deseas evitar las objeciones tienes que dejar de pensar en el fracaso. Tal vez, en el pasado no te fue bien, pero aprendiste. Por lo tanto, utiliza ese conocimiento que tienes para no cometer los mismos errores. Ahora debes centrarte en el futuro y dejar el pasado a un lado.
¿Por qué se tiene que repetir tu pasado? El «algún día» no existe y mucho menos el momento perfecto para lograr lo que deseas. Te pasas la vida esperando el instante indicado, la idea es que salgas de tu zona de confort. El tiempo no se recupera más y muchas veces te puede jugar en contra.
También tienes que evitar las objeciones cuando desde tu personalidad te enfocas en lo que eres. Si dices que eres un flojo, que dejas todo para última hora, nunca harás nada. Ya es el momento de pensar y hacer las cosas para cambiar, convertirte en la persona que quieres ser.
3.- No ejecutar con el «ya lo hice»
Esta frase es otra que nos lleva directo al fracaso, y no ser una persona que cumpla objetivos para alcanzar la meta propuesta. Suele suceder que en algún momento lograste algo a medias, te conformaste con ello y no seguiste.
Al decir “ya lo hice, pero no funcionó” Hay que evaluar la constancia y lo persistente que fuiste para llegar a la meta. Tienes que ser sincero contigo mismo ¿Qué te hizo abandonar el camino? ¿Qué debes hacer para retomarlo?
Llegó el momento de que dejes de pensar y pronunciar estas frases.
Estrategias para evitar las objeciones
1.- ¿Cómo controlar las palabras negativas de los demás?
La primera opción que tienes, es alejarte de ese círculo de amistades que todo el tiempo viven enfocados en lo malo. Es decir, son ese tipo de personas que sus conversaciones se basan en lo negativo de cualquier cosa.
Esa es la primera opción, cuidar qué tipo de personas entran a tu vida, ya que serás su reflejo. Sin embargo, en el trabajo, tus vecinos y en la familia no podrás alejarte. Por eso, en algunos casos tendrás que convertirte en la persona que le lleve la contraria. Si ve lo malo todo el tiempo, tendrás que enseñarle lo bueno, muéstrale el lado positivo de cada cosa que sucede.
2.- Entrena tu mente con el «pero» a tu favor
Para evitar las objeciones en tu vida, también toma en cuenta que la mayor parte del tiempo empleas el “pero” para no cumplir con alguna actividad. Por ejemplo, “quiero emprender, pero no cuento con los recursos necesarios”.
Entrena tu mente y cambia esa realidad, puedes decir o pensar lo siguiente:
“Quiero emprender, pero empezaré a pequeña escala con los recursos que tengo hasta que posea el capital para invertir”.
De esta manera, entrenas tu mente para evitar las objeciones y así, luchar por tus sueños.
3.- Evitar las objeciones a través de la adaptación
Las personas que sobreviven a cualquier circunstancia, ya sea económica incluso hasta de salud, es porque se adaptaron a ciertos parámetros. Si tuviste un problema con tu negocio, puedes optar hacerlo diferente o cambiar de ramo. Adáptate al cambio, no te quedes haciendo lo mismo o en ese camino cuando ya no funciona más.
Los tiempos cambian y tú necesitas hacer lo mismo. El mundo no tiene que adaptase a ti.
Si quieres evitar las objeciones y vivir la experiencia de contar con un coach que te ayude a lograr ese cambio, no lo pienses más, acude a El Trampolín. No está demás contar con un guía que te apoye en tu caminar.