Elevator Pitch, el arte de transmitir nuestras ideas
Elevator Pitch: como transmitir el ADN de un proyecto
Que es el «Pitch» o «Elevator pitch»
Elevator pitch y el ADN. Nuestro ADN tiene toda nuestra información genética. Es irrepetible para cada uno de nosotros, pero al mismo tiempo, contiene todos los datos necesarios que se van a transmitir de generación en generación. Eso es, justamente, lo que debe ser un “elevator pitch” un discurso que versa sobre la esencia de un proyecto.
Debe ser un discurso original, pues, ahí es donde estará el valor distintivo del proyecto que quieras vender, y debe tener esos datos precisos y relevantes de los que se va a enterar quien te escuche porque, precisamente, son esos rasgos particulares los que van a causar impacto una vez que los transmitas.
Usa lenguaje sencillo y define aquellas palabras poco conocidas
Es común que algunas personas pretendan parecer más importantes, o con más conocimientos, a través del uso de palabras complejas que pocas personas conocen. ¿El resultado? Una audiencia que no se entera sobre qué le están hablando. Si eres de los que hace esto, estás saboteando tus propias aspiraciones de vender tu proyecto. Mantenlo simple
La ventaja de utilizar un lenguaje claro, es que nadie tendrá que dedicarle energía a pensar en qué significa determinada palabra, manteniendo su enfoque en lo verdaderamente relevante, o sea, en lo que ofreces. Si hay alguna palabra poco conocida o poco usada en tu «elevator pitch»que debas mencionar, defínela de forma sencilla.
Usa gestos ilustradores para impactar con tus cifras y conceptos
“¿Sabías que más de 80 mil perros son abandonados cada año en España? Eso equivale a la misma cantidad de gente que cabe en el Santiago Bernabéu con todos sus asientos llenos”
Este es solo un ejemplo de lo que puede lograr una cifra explicada con un escenario que cualquiera se imagina. Y es que el cerebro humano piensa en imágenes. Por lo cual es mucho más sencillo que imagines cosas que conozcas y que sean un punto de referencia bien establecido. Aprovecha este tipo de recursos para elaborar tu «Elevator Pitch»
Esto aspecto es muy útil si vas a pedir una contribución porque permitirá que, quien tenga dudas en contribuir, vea la cifra que solicitas como algo de lo cual se pueda desprender fácilmente.
Por ejemplo: “Un niño del tercer mundo puede alimentarse todos los días, durante 2 semanas con tan sólo 8 euros, lo mismo que gastas en un bocadillo o en un par de cafés”.
El momento más adecuado: entorno y circunstancia
Si está programado que tengas una intervención en un evento, entonces este punto no tendrá particular relevancia.
Pero como nunca se sabe cuando aparece una oportunidad para exponer tus ideas y vender tu proyecto, es importante que entiendas que no siempre va a ser adecuado que hagas tu “elevator pitch”.
Imagina que consigues que esa persona con la que habías deseado hablar desde hace mucho tiempo te escuche. Sin embargo, su cara de hoy es de muy poco amigos. No hay otra,,, mantienes la estrategia pero cambias la táctica?…
Que hacer entonces?
Es preferible que dejes para otra oportunidad ese discurso tan valioso porque pudieras llegar a resultar inoportuno o antipático. Como la primera impresión es la que cuenta, no te te arriesgues a crear una imagen desfavorecedora sobre ti. Esto te cerraría posibilidades en un próximo encuentro.
Si, en cambio, juzgas que el riesgo de tener un contacto verbal es más bien de nivel medio, muéstrale empatía y comienza tu diálogo con unas disculpas (la cortesía es un gran ablandador de ceños fruncidos) Pídele su tarjeta o número de contacto y pregunta por un momento en el que puedas hablarle (para que no caigas en la vieja trampa del “no te preocupes que yo te llamo”)
Usa este tipo de verbos y persuade mejor con tu “elevator pitch”
Somos seres de acción. Nos cuesta estar sin nada que hacer. Aún cuando creas que no estás haciendo algo, estás pensando. Esto es algo a lo que le puedes sacar mucho provecho.
La línea entre persuadir e imponer es muy delgada, así que usa verbos en imperativo, pero revisa el entorno y la circunstancia.
Un verbo en imperativo es aquel que motiva a la acción. Ej” Haz, piensa, párate, abrázame.”
Pero es importante que cuides las formas para que puedas aprovechar esta posibilidad. Si abusas de este tipo de verbos, habrá quien se pueda ofender.
Digamos que este elemento de la oración es efectivo como mandato. Una vez que tienes una conexión con la otra persona o con la audiencia. Los verbos en imperativo son ideales para cerrar diálogos. Ej: “Ahora que ya conoces cómo puedes ayudar a las personas sin techo, rellena el formulario… Haz tu donativo y ayúdanos a tener un mundo mejor”
Menos palabras son más efectivas
Sé breve con tu mensaje. Un “elevator pitch” no debería sobrepasar los 3 minutos. La cantidad de palabras ideales para mencionar durante este lapso es de aproximadamente 550. Esta recomendación se desprende de un estudio realizado por la profesora Emma Rodero de la Universidad Pompeu Fabra (UPF). Afirma que la velocidad a la que deberíamos hablar es de unas 170 palabras por minuto. La comunicación humana es bidireccional así que concluímos que ante esta cantidad de palabras el cerebro humano puede prestar mayor atención a un determinado mensaje.
Ordena tu discurso y guía a tu audiencia
Como en toda historia o narración que hagas, el esquema básico consiste en una introducción, un desarrollo y un final. Lo importante de que ordenes las ideas según un orden, ed manera que la audiencia tendrá mayores posibilidades de mantenerse concentrada siguiendo el hilo argumental.
Por poco que parezca el tiempo para un “elevator pitch”, tres minutos con una coherencia narrativa, resultan muy poderosos si los esquematizas de esta forma.
No es lo que dices, sino como dices tu «Elevator Pitch»
Aristóteles ya hablaba del Pathos (capacidad de generar emociones a través de las palabras) hace más de 2000 años. Sin embargo, el término también se utiliza para el carácter que se le imprime a un discurso.
Algunas cifras afirman que solo el 7% del resultado de la comunicación, tiene que ver directamente con las palabras. Entonces, ¿qué pasa con el porcentaje restante?
Hay una serie de elementos no verbales paralelos al lenguaje que intervienen para que un “elevator pitch” sea realmente efectivo. Por ejemplo, el tono y volumen de la voz, la gestualidad, la dicción, la energía que se le imprima al discurso.
Los grandes líderes del mundo son conocidos por hacer presentaciones cargadas de emocionalidad. Por citar un par de ejemplos, están el recordado Steve Jobs y el ex presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Barack Obama.
El entrenamiento y la práctica hacen al maestro
Dar un discurso o hacer un “elevator pitch” no es una tarea sencilla. Lo cual no significa que sea imposible o tortuosa. En la medida en la que te abres a aprender o hacer un curso y a practicar vas a poder dominar toda una serie de elementos que te harán persuadir mejor con tus ideas. Si ya estás aquí, es porque acabar de dar el primer paso. si quieres más sugerencias puedes considerar lo que GANANCI tiene que decirte sobre el elevator pitch