A menudo, el miedo a hablar en público puede ser un obstáculo. Esto significa que puede interferir o limitar la vida cotidiana e interferir en las rutinas diarias. Este fenómeno se denomina a veces glosofobia.
Por eso, en el artículo de hoy explicaremos qué es el miedo de hablar en público, cuándo se considera un problema, cuáles son sus síntomas, qué factores lo caracterizan y qué se puede hacer para controlarlo.
¿Qué significa miedo de hablar en público?
El miedo intenso e irracional a hablar en público se denomina «fobia a hablar». Si interfiere en la vida cotidiana, se considera una fobia social.
Suele ser un trastorno de ansiedad y cursa con un trastorno denominado fobia social o miedo escénico.
¿Cuáles son los síntomas que padece la persona con miedo de hablar en público?
Como ya se ha mencionado, la verbofobia o miedo a hablar en público puede darse de forma aislada. Esto significa que, aunque son frecuentes en el curso del trastorno de ansiedad social y la fobia social, no se dan necesariamente con estos trastornos.
El trastorno de ansiedad social o fobia social es una ansiedad intensa ante la exposición a situaciones sociales en las que existe el riesgo de ser criticado por los demás. Estas situaciones incluyen comer, beber, hablar y conocer gente.
Por lo tanto, se puede concluir que:
En muchos casos, las personas con lexicofobia son también víctimas de un trastorno de ansiedad social, pero no todas las personas con trastorno de ansiedad social padecen lexicofobia.
Es posible que haya oído los términos «agorafobia» o «miedo escénico». Esto está relacionado con la «afasia», el miedo a estar delante de la gente o a ser el centro de atención. Puede ir acompañado de un trabalenguas, pero no siempre es así. Esto se debe a que no todas las personas expuestas al público hablan, pero sí lo hacen las que tocan instrumentos, bailan o actúan.
Los síntomas del miedo de hablar en público son los mismos que los de otros trastornos de ansiedad: aumento de la frecuencia cardiaca, sudoración, temblores, dificultad para respirar, dolor en el pecho, problemas intestinales, pérdida de conciencia o despersonalización, miedo a perder el control, pensamientos irracionales y obsesivos.
Factores internos y externos que regulan el miedo de hablar en público
Es importante recordar que existen diversos factores, tanto internos como externos, que regulan el miedo y contribuyen de algún modo a su aparición y mantenimiento. Los factores típicos son los siguientes
Factores internos.
Se refieren a uno mismo. En otras palabras, son factores que puedes corregir tú mismo.
Alto perfeccionismo.
Cuanto mayor sea tu perfeccionismo, más probabilidades tendrás de temer hablar en público. La creencia de que hay que aspirar a la perfección y de que hay que hacerlo todo a la perfección puede contribuir a este problema.
Autoindulgencia.
En relación con esto, cuanto más exigente seas contigo mismo, más probabilidades tendrás de que se te trabe la lengua. La causa de esta creencia es que tienen que tener éxito y que, si no lo tienen, les irá mal.
Experiencia anterior.
En general, se dice que después de hacer las mismas cosas una y otra vez, serás capaz de hacerlas sin miedo. Sin embargo, las malas experiencias pasadas pueden ser un factor determinante.
Grado de control sobre la exposición.
Si pueden controlar ciertos elementos, como la iluminación o el número de espectadores, se sienten más cómodos porque pueden ajustar la situación a sus necesidades.
Baja autoestima e inseguridad.
La baja autoestima y la inseguridad también pueden contribuir a este miedo. Al fin y al cabo, si carecen de confianza en algo, pueden empezar a temerlo o evitarlo.
Factores externos.
Son factores que no podemos cambiar y que escapan a nuestro control. Por ejemplo
- Número de oyentes.
- Características de la audiencia.
- Las características del lugar.
Estrategias de gestión para perder el miedo de hablar en público
Sin embargo, para superar los miedos y evitar la fobia social, se recomienda seguir una serie de estrategias para afrontarlos. He aquí algunas de las más importantes.
Reducir las expectativas y el perfeccionismo.
Como ya se ha mencionado, las altas expectativas ante una situación pueden hacer que hablar en público resulte aterrador. Por lo tanto, es importante analizar la situación y considerar que no es necesario tener éxito y demostrar competencia en absolutamente todo. Más bien hay que hacerlo lo mejor posible y no buscar la perfección hasta el morbo.
Sé firme.
Es importante tener confianza en el tema que se presenta. Por tanto, conviene leer con atención, prepararse bien y reunir toda la información necesaria.
Ensayo.
Aunque no lo parezca, es fundamental poder ensayar el tema. Puedes presentarte poco a poco, primero ante un espejo, luego ante alguien de confianza, y así sucesivamente, aumentando gradualmente tu público. También debes practicar simulacros de las preguntas que probablemente te hagan.
Autorresponsabilidad.
Darte mensajes e instrucciones positivas también puede ayudar. Decirte a ti mismo que respires, que mantengas la calma, que puedes hacerlo, que todo irá bien, recuerda mirar a la gente a los ojos, etc.
Relájate.
Antes de la exposición, conviene practicar técnicas de respiración y relajación para evitar la activación de la ansiedad.
Cuestiona tus pensamientos sin miedo de hablar en público
Pueden venir a la mente diversos pensamientos irracionales, como «no podré soportarlo», «se reirán de mí» o «pareceré un completo idiota». Intenta desafiar y cuestionar estos pensamientos para que no te perjudiquen.
Claves para convertirse en un gran orador sin miedo de hablar en público
Los cursos de oratoria también enseñan algunas técnicas para vencer el miedo de hablar en público, pero sobre todo las habilidades adecuadas para exponer en público. Pero no pases por alto estos consejos:
- Hablar de forma persuasiva: la clave del éxito al hablar en público es comprender el tema.
- Familiarízate con el tema: esto te ayudará a sentirte más seguro de sí mismo y de lo que dices.
- Esto es lo que ocurre cuando se dice «no es buena idea» (es decir, no es buena idea improvisar).
- Dirígete al público: por ejemplo, habla a las personas sentadas en primera fila. Esto los unirá más y los hará sentir más tranquilos y relajados.
- Ve despacio: exprésate con claridad y tómate las pausas adecuadas.
- Preste atención al tono y al volumen: son elementos clave para transmitir sentimientos y emociones a su audiencia.
Estos son sólo algunos ejemplos de las técnicas que puedes aprender en nuestro curso de oratoria que ofrece El Trampolín, para vencer el miedo a hablar en público.